Porque nunca va a suceder

Porque cada vez que lo veo se que me encanta, pero también que no es para mí. 

Porque el es muy bueno y yo no soy tan buena. Porque el es perfecto para mí pero yo no para él. 

Porque se que cuando me paso horas pensando en él, el no piensa en mí. 

Porque se que en las noches lo sueño y siento que de verdad él se interesa en mí, pero despierto en la oscuridad y recuerdo que en los sueños se materializan mis más grandes deseos. 

Porque cuando lo veo lo inalcanzable se contradice con la realidad física.  Porque se que en el amor no tengo amor, tengo hambre y sed. 

Porque se que algunos nacen para sufrir y otros para ser amados. 

Porque cada vez que me mira a los ojos siento que no se quiere enamorar.

Los ojos solo están preparados para ver lo que pueden comprender

Una de las cosas que más me gusta hacer en el tiempo en el que me gusta descubrirme y descansar es sacar fotos. "Capturar momentos", como dice un amigo fotógrafo, es un arte. Personalmente pienso que esto tiene que ver con un instinto, pero también se puede aprender a hacerlo en un curso supongo. 

En fin, les dejo un poco de inspiración. Estas son algunas de mis fotos y abajo dejo páginas que inspiran. Lo más importante es que sea natural.

Podes ver más de mis fotos en mi Pinterest haciendo clikc aquí.

Un consejo es llevar la cámara a todas las salidas con amigos.

Encontrar lugares especiales.

Capturar momentos especiales en lugares comunes

Y arriesgarse solo por una foto

Cuentos: La aventura de la soledad

En medio de una alocada semana, en medio de los suburbios del enorme Buenos Aires. Ahí estaba, esperando el subte. ¿Cómo podía ser que no le guste alguien más? Eso era prácticamente imposible. Siempre había alguien en su cabeza. Siempre.

Esta vez nadie superaba sus expectativas, o tal vez ya había aprendido lo suficiente como para no enamorarse tan rápido. Que aterrador sonaba eso. ¿Sola? Nunca había estado sola. Un mensaje llegó a su Whatsapp: "Hola linda, cómo estás?". Otra vez alguien a las puertas.

Decidió tomarse un tiempo para ella, para conocerse un poco más. Para amarse un poco más. Porque ¿cómo podía dar amor si no sabía lo que era valorarse a si misma? Basta basta, pensaba una y otra vez cuando volvían los recuerdos. Eso de sentirse segura, protegida bajo el calor de sus brazos. Ver series, películas, vídeos ridículos en internet, lo que sea pero con el. Solo con el, ese que tiene muchas caras. Porque muchos fueron los que la hicieron sentir así.

Soledad se llamaba. Acertado nombre para una mujer que nunca podía estar sola. Adicta a la compañía. Ahora empezaba la aventura de reencontrarse otra vez. Adentrarse en algo que le daba tanto miedo pero que hacía tanto bien.